viernes, 4 de febrero de 2011

La Cata de un caffé


No es lo mismo tomarse un tinto que deleitarse con un buen café, y descubrir su infinita variedad de aromas y sabores. Durante la cata del café, proceso conocido como "la taza" que se lleva acabo en antes de exportar, se revelan precisamente sus singulares características.
A diferencia de la industria vinícola, que desde hace años promueve que el consumidor conozca las variedades de uva en el producto final, en el ámbito del café la idea es reciente.
Catar consiste en poner el café en contacto con los sentidos para describir su olor, color y sabor. Se cata recién tostado y molido(para que no pierda olor, y sabor), preparado en infusión, sorbo a sorbo, y con una cuchara de plata disecada para que, al tomar, se facilite la aspersión de la bebida hacia el interior de la boca. Los sentidos deben concentrarse en busca de cuatro elementos: fragancia, aroma, acidez y cuerpo.(Es un poco complicado de describir, pero posible)
Finalmente, se degusta el café mediante una aspersión fuerte, para crear pequeñas partículas que se esparcen por la boca(se disfruta).